Crédito: Laura Trejo
La Sala de Lectura «Lectaurante La Ballena Blanca», organizó un evento de «Lectura en Voz Alta», donde congregó a lectores mazatlecos y extranjeros apasionados por la literatura.
Mazatlan puede abanderar un rostro diferente a los tiempos convulsos que hoy vive Sinaloa, esto es posible gracias a que la población civil construye ambientes de inclusión cultural vinculados al diálogo y la lectura de manera gratuita, afirmó el Escritor Samuel Parra, organizador de la velada literaria.
«La palabra congrega, busca colaborar en la cultura comunitaria de Mazatlán con espacios de horizontalidad en donde leer se convierta en el medio para lograr el acercamiento entre iguales, así como en la oportunidad de asomarse a mundos existentes e imaginados que abran la posibilidad de concebir una realidad más amplia y llena de matices con la intención de comprenderla mejor», explicó.
Este evento lo organizó Anís Ainara ya que al igual que Parra, ambos son Mediadores Lectores del Programa Salas Nacionales de Lectura, del Fondo de Cultura Económica.
La participación de los lectores fue muy variada en sus temas, prevaleció el ambiente familiar. Se abordaron tópicos referentes a la amistad, el amor, duelos con autores como Jaime Sabines, Roque Dalton, Pablo Neruda, Rosario Castellanos, entre otros.
Asistió la Poeta María Guadalupe Rojas Garay, el Escritor Aramis Franco, la Mediadora de Lectura Jox Costelo, las Escritoras Marissa Stark, Mirna Bustamante, la Artista Plástica estadounidense Tika Vols, la Poeta Libanesa Joumana Acad, la Bióloga Judith Lecuanda entre otras.
Letraria Editorial estuvo presente a través de sus autoras Montserrat Cuéllar y Deva C. Vega, quienes leyeron “Capgras” y “El bulto entre mis brazos”, respectivamente, con una dinámica que permitió imaginar los escenarios planteados al tratarse estas historias de guiones cinematográficos pertenecientes a la antología “Guion en corto”.

Organizar una lectura en voz alta permite conocer los perfiles lectores de una comunidad, aseguró Parra.
«Por ejemplo, lo que a alguien le provoca y significa algo de una narrativa, puede ser que a otra persona no le signifique nada. De ahí la maravilla de las variadas formas y contenidos que pueden reconocerse dentro de la literatura. Cada persona dentro de la comunidad lectora puede generar sus propias narrativas y acervos. Cada persona tiene un sinfín de historias, relatos, poemas y formas de contarse la vida, que tienen toda la validez de ser puestas en un recurso de lectura como lo puede ser un libro», agregó.
Este evento formó parte de los festejos del segundo aniversario del Club de Lectura Cosmos.



