Mazatlán, Sinaloa.- Gracias al corazón solidario de Romanita de la Peña, en diciembre de 1927 inició operaciones en el puerto el Orfanatorio Mazatlán, un lugar para proteger a los niños sin hogar.
Durante casi 100 años, voluntarios y personas que han entregado su tiempo para servir a la comunidad por medio de los niños han hecho de esta institución un refugio para muchas generaciones.
La entrega y amor a este proyecto, que inició como orfanatorio y ahora es un casa de resguardo voluntario, fue reconocido por la Junta de Asistencia Privada de Sinaloa.
Durante el Día de la Filantropía, la ahora llamada Casa del Mar, recibió el premio al Valor de la Excelencia, como Institución de Asistencia Privada.
Ubicada en la calle Zaragoza en el Centro de la ciudad, Casa del Mar Orfanatorio Mazatlán, apoya actualmente a 20 niñas y adolescentes, pero cuenta con capacidad para 30 atenciones permanenetes y 50 para su resguardo.
El patronato esta integrado por 13 voluntarios, y es encabezado por Gabriela Ramírez, y el lugar es dirigido actualmente por Esmeralda Tirado.
