La familia de la Mora ya regresó, y a tan solo 2 días de estreno de la nueva temporada de La Casa de las Flores, ya se encuentra en el primer lugar de los más vistos en México de la plataforma de Netflix.
Si eres fan de la serie y ya la viste, no corres ningún riesgo al leer este artículo, pero… si no la haz visto, solo hay algo que decirte ALERTA DE SPOILER. ¡Te lo advertimos!
Demos unos pasos atrás, la serie inició con la muerte de la amante de Ernesto, destapando bastantes secretos de los integrantes de la familia, la nueva y de los demás.
Cada personaje tiene un secreto, unos más que otro, aclarando, como Virginia, ¡Sí, siguen! y es por eso que en estos 11 nuevos capítulos, la historia se desarrolla en su juventud y en el tiempo actual.
Y conforme avanza la historia, se van descubriendo los porqués de ciertas decisiones que marcaron la vida de todos.
La nueva parte inicia con Paulina de la Mora, interpretada exquisitamente por Cecilia Suárez, a quien le asignan su celda en la cárcel y para su sorpresa… y la de todos, le toca compartirla nada más y nada menos que con Jenny Quetzal.
¡Sí!, recuerden que al final de la segunda temporada es perseguida por la policía y choca con Elena provocándole un accidente que la deja en coma un par de capítulos.
A la par Virginia (Isabel Burr), celebra su cumpleaños, conoce a su nueva vecina, Carmelita, interpretada por Ximena Sariñana, y en medio de la aburrida fiesta que le organizó su mamá (Rebeca Jones) se fuga con sus mejores amigos Ernesto (Tiago Correa), Salo (Javier Jattin) y Pato (Christian Chávez) a Acapulco, donde tiene su primera experiencia sexual.
Después del viaje, como castigo Virginia es enviada a un estricto instituto de monjas, donde Carmelita también va y se convierten en mejores amigas, haciendo una perfecta combinación con la seriedad y rebeldía de cada una ellas.
En la actualidad, Purificación se hace pasar por su hermana María José, quien lleva el caso de Paulina, y como venganza la deja incomunicada y aterrada, ya que en prisión se encuentra con una enemiga de la familia de la Mora Aguirre.
Regresando a 1979, Virginia se entera que está embarazada y no sabe quién es el padre, y Silvia “La chiva”, una enfermera que trabaja en su casa la ayuda a resolver sus dudas.
Por otro lado, Victoria, se entera que su hija esta embaraza, y busca casarla con Agustín Corcuera (el papá de los chiquis), el anuncio del compromiso de hace… pero, resulta que Agustín y Pato tienen que ver, Virginia los descubre y no quiere casarse.
En ese lapso su padre desaparece, pero Pato sospecha que las cosas no fueron así y junto a Silvia descubren la verdad de su paradero, una muy dolorosa que tiene que contarle a su mejor amiga.
Ya con Paulina libre, Elena recuperada y embarazada, Diego se interna en una clínica para dejar de ser homosexual y es rescatado.
Victoria sigue en su casa, donde incomoda a sus nietos y a todos los que habitan en ella, hasta Delia. Desde joven fue muy dominante y desaprobaba muchas de las acciones de su hija.
Paulina empieza a indagar en el paso de su familia y hace preguntas sobre Pato, quien descubre que es su verdadero padre y que murió por una golpiza dada por Agustín.
El día que murió se peleó con Virginia, dejándola muy triste, sumándole que Salo y ella no podían estar juntos por la religión de él y le propone un plan a su mejor amigo Ernesto.
Con esto ambos resolverían sus problemas, ella le daría un padre a su hijo y él el dinero que necesitaba su familia para salir adelante, ya que su padre lo perdió todo.
Ernesto termina con Carmelita, quien fue su gran amor, se casa e inicia junto a Virginia su nueva vida.
Finalmente, después de muchos problemas, dudas resueltas y bastantes años, Paulina y María José vuelven a casarse teniendo en la ceremonia un juez de lujo, el mismísimo Miguel Bosé.
El drama no terminó ahí, Purificación se escapa de la clínica en la que estaba internada para matar a Paulina, sin embargo, no se sale con la suya y los de la Mora celebran con mariachi y entre flores un nuevo comienzo.
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